Un hombre, cuya identidad no ha trascendido, ha roto una pieza de la última exposición de la artista japonesa Yayoi Kusama llamada ‘Infinity Mirrors’ en la Galería Hirshhorn en Washington, al intentar tomarse un selfie. 

Las exposiciones de la artista son famosas por estar formadas por elementos de colores repetitivos que inundan una sala con espejos que dan la impresión al visitante de que la obra se prolonga infinitamente. 

La pieza rota, una calabaza con puntos de colores, tiene un precio aproximado de 758.000 euros. En el momento del incidente no había guardias controlando la zona porque este tipo de salas están controladas por tiempo y los visitantes solo permanecen 30 segundos en ellas. 

Por el momento la sala permanece cerrada al público y no se sabe cuando abrirá de nuevo ni que medidas de seguridad se tomarán a partir de ahora. 

No es la primera vez que ocurre un incidente provocado por el ansia de los usuarios de museos o galerías de tomarse un selfie. Muchas de estas instalaciones están tomando medidas de seguridad específicas al respecto.