La Asociación de Hoteles de Riviera Maya (AHRM) ha reclamado públicamente que el “problema” del sargazo sea incluido de “manera prioritaria en la agenda” de la XXVIII Cumbre Iberoamericana que se celebra en Santo Domingo (República Dominicana) los días 24 y 25 de marzo.

Desde la patronal, una de las agrupaciones más grandes de México con más de 140 hoteles asociados, enfatizan que la llegada en masa de esta “materia fétida” es un asunto que “afecta a todos los países iberoamericanos de toda el área del Atlántico” y que, por tanto, se debe abordar de manera conjunta. Creen que este encuentro de jefes de Estado y de Gobierno de las 22 naciones iberoamericanas es el espacio adecuado para abordar el sargazo que no solo es un problema que afecta gravemente al medioambiente, sino que supone “una amenaza para el sector turístico y la llegada de viajeros”.

En una carta piden a Miguel Torruco, secretario de Turismo de México, que las autoridades mexicanas presionen para que el impacto que supone la llegada del sargazo a la costa sea incluido en la Carta Medioambiental Iberoamericana, uno de los cuatro documentos que están previstos que se sellen tras la cumbre y que fijará la posición compartida de los 22 países con respecto al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.

“Un problema que ha llegado para quedarse”


Desde la AHRM inciden en que las costas del Caribe Mexicano sufren cada vez con más frecuencia la llegada de sargazo. De hecho, los últimos estudios publicados por la Universidad de Florida estiman que este año se romperán todos los récords registrados, superando las 54.000 toneladas recolectadas en 2022.

Los expertos inciden en que se trata de “un problema que ha llegado para quedarse” debido a que la mayor cantidad de nutrientes en el agua están provocando la proliferación descontrolada de este tipo de algas.

Añaden desde la patronal hotelera del Caribe Mexicano que las medidas tomadas por el Estado, como la colocación de barreras en el mar, “han resultado insuficientes” y que esta crisis medioambiental “año tras año rebasa a las autoridades”. Piden por ello una postura común a todos los países de la región y les recalca que la lucha contra este problema “merece la inversión sostenida y suficiente, multianual, de todos los gobiernos que enfrentan este reto”.