Un año más, el rally de automóviles antiguos Clásica de Tenerife ha exhibido el patrimonio histórico sobre ruedas del archipiélago canario y parte de la España peninsular. En su XXII edición, celebrada del 20 al 22 de octubre, la carrera de regularidad ha recorrido gran parte de la isla que le da nombre, así como de La Palma, en un homenaje especial para ayudar a la Isla Bonita a salir del gran agujero económico que supuso la erupción del volcán Tajogaite, a finales de 2021. El director de carrera, Leopoldo Mansito, destaca de este evento automovilístico su valor de salvaguarda patrimonial, así como su confluencia y estrecha relación con el turismo, representada por el patrocinio principal de la marca turística de la isla, Tenerife! Despierta emociones.

En palabras del propio Mansito, director del rally desde 2006, en la organización son conscientes “del potencial turístico que tienen las islas y del que tiene la Clásica de Tenerife”.  Así, aunque el fin principal de la organización es que los coches clásicos que hay en Canarias “se muevan, se utilicen, se respeten, se guarden y se prolonguen en la vida”, también apunta que tratan de realzar a todas las islas que pueden para incorporar “un sentido de atracción turística”. “Sabemos que podemos hacer confluir las dos cosas y así tener una prueba mucho más atractiva, porque no solo nos gusta tener nuestros coches, sino que vengan otros de fuera y que podamos conocer personas y atraerlas año a año”, destaca.

Organizada por el Real Automóvil Club de Tenerife (RACT), este 2023 la Clásica ha contado con un centenar de vehículos que competían con un total de 200 participantes a bordo (cada coche transportaba a piloto y copiloto), entre los que se encontraban el presidente y el vicepresidente de la Federación Española de Vehículos Antiguos (FEVA), Raúl Aranda y Rafael Fernández, respectivamente. La participación de ambos ha dotado de mayor caché y difusión nacional a la prueba, dado que han afirmado que repetirán el año que viene y atraerán a otros competidores desde la península. De hecho, los ganadores absolutos de esta edición han sido competidores procedentes de Madrid, David Liceras y Ainhoa Ayarra, a los mandos de un Morgan Plus 4/4 de 1968.

Leopoldo Mansito, director de carrera de la Clásica de Tenerife | Foto: Tourinews©

Leopoldo Mansito, director de carrera de la Clásica de Tenerife | Foto: Tourinews©

Asimismo, el rally de clásicos ha contado con la participación de corredores extranjeros residentes en Canarias de origen argentino, italiano y británico. El reto ahora, reconoce el director de carrera, es atraer cada año a más participantes de fuera de la islas. El objetivo que se marca la organización del evento es la inscripción de al menos 30 vehículos de procedencia internacional para la próxima edición. “Lo que nos falta ahora es programar ya desde muy pronto la fecha de 2024, la de la XXIII edición de la Clásica, publicarla en Europa y atraer a una treintena de vehículos más”, confiesa Mansito.

Homenaje especial a La Palma


En un gesto por ayudar a una de las islas que más ha sufrido en los últimos tiempos, la Clásica de Tenerife ha programado una etapa del rally en su territorio con el objetivo de promocionar las bondades de la ínsula y de contribuir a la dinamización de la economía local. “Hemos visto que podemos ayudar al sector turístico y por eso fuimos a La Palma a mejorar la economía palmera”, asevera Leo Mansito, recordando que en la pasada edición la isla añadida al itinerario fue La Gomera. Este 2023 la decisión estaba “clara”, ya que, a su juicio, la Isla Bonita tiene un problema turístico porque “la gente tiene miedo de ir todavía, especialmente los extranjeros”. “Nosotros hemos querido visibilizar que a La Palma se puede ir y que es una isla maravillosa”, añade.


Gasto turístico de los participantes 


El vínculo de esta prueba automovilística con el turismo es evidente. En la propia inscripción, los participantes pagan por competir, pero también por hospedarse en hoteles, como es el caso del La Palma Princess (Princess Hotels & Resorts), establecimiento reservado por la organización de la Clásica para la etapa palmera. Además, en algunos trayectos los vehículos atraviesan poblaciones, creando expectación entre la población local y los visitantes, además de detenerse en algunos restaurantes a comer. Por todo ello, el director de carrera destaca todo el gasto turístico que realizan los competidores. “Reservamos un hotel en Fuencaliente, al sur de la isla, y ocupamos 130 habitaciones; luego, en la comida celebrada en el Real Club Náutico de Santa Cruz de La Palma nos dieron de comer a 256 personas; en las gasolineras ha habido 100 coches que han echado 80 euros de gasolina como mínimo...”, enumera. 

“El que se visualice La Palma en Internet le va a ayudar a que venga más gente. Los que fueron a los Llanos de Aridane a ver la Targa [una de las pruebas del itinerario] gastó dinero comprando allí. Se trata de mover la economía local y traer dinero de otras islas e incluso países”, sentencia Mansito. 

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