Ahora que la Comisión Europea ultima las comprobaciones de la operación de compra de Air Europa por parte de International Airlines Group (IAG), matriz de Iberia y Vueling, entre otras, un organismo público español ha mostrado su preocupación al respecto y ha alertado de los riesgos que podría comportar para el Aeropuerto Josep Tarradellas-Barcelona El Prat.

En concreto, la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) considera que podría reducir la competencia y tener “efectos negativos sobre el bienestar de los ciudadanos de Cataluña”, ya que ambas compañías son relevantes en la operativa del segundo hub aeroportuario más importante del país.

La ACCO detalla que actualmente IAG dispone de un total de 87 destinos en este aeródromo, a través de sus cinco aerolíneas. Además, Air Europa opera en la Terminal 1 y ofrece dos rutas: una hacia el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y otra hacia el de Palma de Mallorca. El organismo catalán advierte, en una nota, de que “se producen solapamientos entre Air Europa y las compañías aéreas del grupo IAG en los dos destinos que ofrece la primera desde Barcelona-El Prat”.

Riesgo de monopolio


En particular, concreta la Autoridad, si se autoriza la operación “sin la sujeción a compromisos”, el grupo IAG se convertirá en el único operador en los vuelos entre Madrid y Barcelona y, por tanto, pasaría a ofrecer esta ruta en régimen de monopolio. Actualmente, esta conexión la operan Iberia y Vueling, con un total de 107 vuelos semanales (88%), y Air Europa, con 14 (11%). Por tanto, con la adquisición de la todavía aerolínea de Globalia, por primera vez todos los operadores pertenecerían al mismo grupo aéreo.

Por su parte, en el trayecto entre Barcelona y Palma (Mallorca) IAG ocupa una posición “muy destacada”, señala Competencia en Cataluña. Este trayecto lo realizan Ryanair, con 22 vuelos semanales; Air Europa, con 35; y Vueling, con 72. Por tanto, si la adquisición se llevara a cabo sin compromisos se pasaría de los tres operadores actuales a solo dos, y el grupo IAG pasaría de tener una cuota de mercado, en términos de oferta de vuelos, del 55,8% a casi el 83%. Es decir, el único competidor del grupo IAG sería la aerolínea Ryanair, con una cuota de vuelos del 17%. Además, en este caso no existe la “fuerte” competencia del tren de alta velocidad y la presión competitiva del mismo trayecto por mar es “considerablemente menor” debido a la mayor duración del trayecto.

Así pues, concluye la ACCO, en caso de producirse la compra sin unos compromisos adecuados, esta podría suponer “una reducción significativa de la competencia” en los vuelos entre el aeropuerto de Barcelona-El Prat y los de Madrid-Barajas y Palma de Mallorca, repercutiendo, asimismo, en “un incremento del precio y una reducción de la calidad”.