La Comisión Estatal para el Patrimonio Natural ha votado a favor de incluir al lobo en el listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Esto supone la prohibición de facto de la caza de este animal en todo el territorio español.

El lobo deja, así, de ser especie cinegética, lo que quiere decir que no existirá un número de ejemplares que pueda cazarse durante la temporada. Ni siquiera en las regiones del norte del Duero, donde, según El País, se encuentra el 95% de la población de estos cánidos y donde, según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), esta especie mata al año 15.000 cabezas de ganado.

Esta decisión agudiza el conflicto entre los intereses de las asociaciones ecologistas y los ganaderos. Mientras que, desde el punto de vista turístico, la medida también plantea un debate entre los que defienden al lobo como una figura que por sí sola puede atraer visitantes o los que piensan en el atractivo cinegético.