Un estudio elaborado por el Instituto Español de Oceanografía y la Universidad de Murcia ha alertado de que la mayor laguna de agua salada de Europa está en peligro por la proligeración de algas tóxicas. Estos organismos, además de enturbiar las aguas, provocan una degeneración del ecosistema de esta área protegida como especio natural y zona de especial interés. Esta contaminación se ha detectado en 40 de las playas que componen este humedal y pese a que no está prohibido el baño, los expertos señalan que la situación es límite y podría afectar a los humanos en un futuro. “Estas células [algas unicelulares] producen toxinas que pueden afectar tanto a los organismos marinos que las ingieren, como a las personas que los consumen o simplemente respiran el ambiente donde se han producido”, advierte la Consejería de Salud de la Región de Murcia. Entre los principales causantes de esta contaminación se encuentra el vertido de residuos urbanos y agrícolas, las filtraciones del subsuelo, el aumento de la acuicultura, la acción de las líneas marítimas en el entorno, el cambio climático y otros orígenes naturales. Por el momento, la Fiscalía ha abierto una investigación sobre las actuaciones de la Confederación Hidrográfica del Segura, el Ejecutivo, los agricultores y los municipios