Greenpeace se ha posicionado en contra del proyecto de sondeos acústicos Med-Salt 2 en el canal entre Mallorca e Ibiza, sumándose así a la campaña Alianza Mar Blava. También, ha solicitado al Gobierno de Mariano Rajoy que descarte la iniciativa, fije una moratoria y prohíba, definitivamente, las prospecciones en aguas españolas.  

En abril, el Ministerio de Exteriores anunció en el BOE el inicio del proceso de medición del impacto ambiental del proyecto ‘Uncovering the Mediterranean Salt Giant (MEDSALT-2)’, impulsado por el Instituto Nazionale di Oceanografía e di Geofisica Sperimentale de Trieste (Italia), en la zona marina entre Ibiza y Mallorca y al sureste de Ibiza y Formentera, según ha informado el Diario de Ibiza.

Pese a que el proyecto se propuso como un estudio del subsuelo salino, Julio Barea, responsable de campañas de Greenpeace, manifestó que "es evidente que lo que se está buscando son futuras reservas de petróleo, porque está subiendo". Mientras, Carlos Bravo, coordinador del Secretariado Técnico de la Alianza Mar Blava, hizo hincapié en que los sondeos acústicos utilizan una tecnología de impacto negativo para la fauna marina, ya que se emplearían cañones de aire comprimido que ocasionan impulsos sonoros de gran intensidad y causarían "daños irreversibles" a los cetáceos por su delicado sistema auditivo, así como "al plancton, invertebrados y peces”.

Bravo insistió en que el Gobierno tiene conocimiento del efecto negativo de este tipo de sondeos, ya que en 2016 se realizó una evaluación para este mismo proyecto y el Ministerio de Medio Ambiente denegó su puesta en marcha por los riesgos. También, pidió al Ministerio de Exteriores que cancele la iniciativa por “vulneraciones de la legislación”, debido a que el período de alegaciones es erróneo y vulnera el principio de máxima difusión.