El precio del petróleo se elevó la semana pasada hasta los 64 dólares por barril, más del doble del suelo de los 29 dólares en los que se encontraba en enero de 2016.

Los efectos de la subida ya se han dejado notar. El litro de gasolina llegó hasta los 1,12 euros, según ha informado el Boletín Petrolero que se publica cada semana.

Sin embargo, los vaivenes del combustible no se reflejan en su totalidad en el coste de la gasolina, ya que el crudo representa menos del 40% del precio final que se paga en la gasolinera.

La carrera al alza del carburante ha despejado las dudas en torno a la política de restricción de la oferta emprendida por los principales países productores. Llega, además, en un momento especialmente turbulento para Arabia Saudí (responsable de uno de cada nueve barriles que se producen en el mundo), inmersa en una purga palaciega impulsada por el príncipe heredero del trono, Mohamed Bin Salmán.

Los expertos barajan ya la idea de un precio que, a finales de año, estaría en torno a los 70 dólares, un nivel inédito desde finales de 2014.