Un Boeing 737-800 de Turkish Airlines que partió desde la ciudad de Estambul (Turquía) este 6 de octubre, sufrió un reventón múltiple de neumáticos cuando aterrizaba en la ciudad de Antioquía. Acto seguido, debido al frenado y la fricción que experimentó el avión, se sobrecalentó uno de los trenes de aterrizaje, teniendo que intervenir el cuerpo de bomberos para evitar una grave explosión. Tras el aterrizaje forzoso, el conjunto de autoridades presentes evacuaron con éxito a 105 pasajeros y 6 tripulantes de cabina.

Las primeras investigaciones oficiales afirman que la aeronave se detuvo aproximadamente a dos kilómetros del inicio de la pista 04 del Hatay Airport, con el fuselaje intacto. Sin embargo, por ahora se desconocen los motivos por los que el neumático explotó, pudiendo ser el desgaste del mismo o un contacto muy fuerte contra la pista de aterrizaje, informa Transponder1200.


"Los bomberos intervinieron rápidamente tras el aterrizaje y proporcionaron refrigeración a las zonas sobrecalentadas. Nuestros invitados y la tripulación fueron evacuados de manera segura del avión", concluyó Yahya Üstün, responsable de prensa de Turkish Airlines. El medio turco Milliyet recogió también las palabras de Cemre Can Fırıncıoğulları, una de las pasajeras del vuelo implicado: "Hubo tal explosión que fue como si el propio avión explotara. Fue una mala experiencia, pero afortunadamente aterrizamos sin que nadie se hiciera daño".