El pasado mes de diciembre, un bebé vino al mundo sobre el océano Atlántico. Un Boeing 777-300ER de Air France que cubría el vuelo 22, entre el Aeropuerto de París Charles de Gaulle y Nueva York JFK, fue testigo del feliz acontecimiento, según ha comentado el medio especializado 'En El Aire'.

Un urólogo de Cleveland y una pediatra que iban en el vuelo acudieron a la llamada de la tripulación cuando preguntaron si viajaba algún médico a bordo. La pasajera Toyin Ogundipe, de nacionalidad nigeriana, había comenzado a tener contracciones justo cuando sobrevolaban Groenlandia.

Quedaban cuatro horas para aterrizar en Nueva York, así que la tripulación valoró la posibilidad de un aterrizaje de emergencia en una base aérea militar estadounidense en las Islas Azores; sin embargo, los médicos recomendaron continuar al destino y pasar a Ogundipe a clase ‘La Première’, donde había menos pasajeros, asientos y más espacio para trabajar.

El Dr. Sij Hamal y la Dra. Susan Shepherd pusieron manos a la obra con los instrumentos médicos que encontraron en el kit de primeros auxilios del avión y, tras 30 minutos de trabajo de parto, Jake finalmente llegó al mundo sano, salvo y por todo lo alto. 

La nacionalidad del bebé se establece según los acuerdos de aviación internacionales. Por matrícula y bandera, podría obtener la francesa, o estadounidense por haber nacido en espacio aéreo de Estados Unidos.