El 27 de octubre de 2018, el vuelo 931 de United Airlines, que conectaba Chicago (Illinois) con Londres (Reino Unido), tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Canadá. A posteriori, los pasajeros tuvieron que esperar ocho horas para que llegara un avión de repuesto.

Ahora, uno de los pasajeros de ese vuelo, Theodore Liaw, ha demandado a la aerolínea por haber ocultado un incidente que podría haberse cobrado la vida de las personas a bordo.

De hecho, según ha informado TravelMole,  Liaw describe el descenso del avión como “aterradoramente rápido”, en la demanda interpuesta. "Un silencio absoluto llenó el avión, mientras los diversos pasajeros se agarraban los reposabrazos con los nudillos blancos. Muchos a bordo pensaron que iban a morir", asevera.

También, apunta que la aerolínea justificó el aterrizaje de emergencia con un motivo falso: un ave se había estrellado en el parabrisas. Sin embargo, asegura que en el momento en que sucedió todo, los pilotos ofrecieron una versión diferente.

Al parecer, tal y como recoge la demanda, la ventana de cabina se fracturó, debido a un fallo de mantenimiento, dejando tan solo una de las capas intactas, sobre la que uno de los pilotos tuvo que ejercer presión para evitar que se rompiera por completo. Si esta capa se hubiera roto, “ambos pilotos habrían sido succionados y los pasajeros habrían estado condenados”, reza la demanda.

Laiw reclama así que se le compense por daños y perjuicios. Y es que, asegura haber sufrido lesiones corporales en la espalda por el aterrizaje, así como angustia emocional grave, ya que ha desarrollado miedo a volar.

En el momento del incidente, United ofreció un vale de 500 dólares a cada pasajero para compensar el retraso. En la actualidad, la compañía sigue investigando lo ocurrido. “En United, la seguridad es nuestra principal prioridad y desviamos el avión debido a un problema con la ventana de la cabina", manifestó en un comunicado, sin adelantar más información sobre la demanda pendiente.