El pasado viernes un seísmo  7,5 en la escala Richter y un posterior tsunami con olas de hasta seis metros golpearon Indonesia, afectando especialmente a la ciudad de Palu, ubicada en la zona occidental de la Isla Célebes. Hasta el momento se han contabilizado 832 fallecidos, aunque aún hay muchos desaparecidos por lo que la cifra podría ser más elevada.

Según informa el diario El País, muchas zonas sufren cortes de energía y están aisladas. Los equipos de emergencia están trabajando para rescatar a decenas de personas que permanecen atrapadas bajo los escombros de dos hoteles y un centro comercial de Palu.

En concreto, se están centrando los esfuerzos en el Hotel Roa-Roa, un establecimiento de ocho plantas que se derrumbó dejando a 50 ó 60 personas atrapadas. Muhamad Syaugi, jefe de los servicios de emergencia, ha explicado que están trabajando contrarreloj: “Competimos contra el tiempo. Si hay supervivientes, deben de estar muy débiles. Hemos oído a gente que pedía ayuda".

No es la primera vez que un sismo golpea de forma devastadora a Indonesia este año. El pasado mes de agosto los movimientos telúricos dejaron  500 muertos y unos 1.500 heridos en la isla turística de Lombok.