Lo vivido por un turista en un hotel de la región china del Tíbet podría servir para un guion de comedia de mal gusto. El hombre, de nacionalidad china, ha demandado al establecimiento ubicado en Lhasa, la capital tibetana, tras descubrir que el mal olor detectado en su habitación procedía de un cadáver que se encontraba bajo la cama en la que durmió durante unas horas.

El viajero reservó una habitación en el hotel tibetano y, tras permanecer aproximadamente tres horas en ella, fue traslado a otra por el mal olor percibido. Tras el incidente, la Policía explicó al huésped al día siguiente que se había hallado el cadáver de una mujer bajo la cama de la primera habitación en la que se había instalado.

Una vez recibida la información del mortal hallazgo por parte de los agentes de policía, el turista chino exigió una indemnización al establecimiento por haber alterado sus planes de viaje y por el trauma sufrido. Las pesquisas policiales indican que la mujer hallada muerta podría haber sido víctima de un asesinato.