Duro revés para uno de los mayores proyectos impulsados por el Gobierno de Italia. El Tribunal de Cuentas del país ha rechazado la resolución por la que el Ejecutivo dio el visto bueno al puente del Estrecho de Messina con el que se pretende unir la península con la isla de Sicilia.
Según informa Il Manifesto, la sentencia contraria de la institución podría ser el golpe de gracia para este macroproyecto, impulsado por el viceprimer ministro y ministro de Infraestructura y Transporte, Matteo Salvini, y cuyo coste estimado se eleva a más de 13.500 millones de euros.
“La decisión del Tribunal de Cuentas es un duro golpe para el país y parece ser una decisión política más que un juicio técnico sereno", ha criticado el propio Salvini tras hacerse pública la decisión de la entidad encargada de controlar la gestión económica del Estado. Sin embargo, el ministro no ceja en su empeño y anuncia que explorarán "todas las vías posibles para iniciar las obras".
Pese a que aún no se ha detallado la sentencia, todo apuntaba a que la decisión del Tribunal de Cuentas iba a ser contraria al proyecto, ya que anteriormente ya hizo públicas sus preocupaciones con respecto al desarrollo, los cálculos de tráfico —considerados “excesivamente optimistas”— y su adecuación a la normativa europea en materia económica y medioambiental.





