Cada año, hay un goteo constante de casos de ciudadanos que solicitan al Gobierno de España una repatriación desde el extranjero tras haber sufrido algún accidente o contraído alguna enfermedad durante sus vacaciones y no contar con un seguro de viaje o haber quedado desamparados por las aseguradoras.
La solicitud más reciente es la de los familiares de Juan Manuel Serradilla Manrique, un cántabro que, durante un viaje en grupo a Vietnam, organizado por la Comunidad de Madrid para personas mayores de 55 años, sufrió una pancreatitis aguda y permanece hospitalizado en el país asiático desde el 10 de septiembre, empeorando su estado y presentando sepsis y fallo multiorgánico.
Según El Español, el hombre de 76 años está cubierto con dos seguros médicos: el de la organización y uno contratado por su cuenta, ambos con una cobertura de hasta 50.000 euros; sin embargo, ninguno cubre su repatriación en un avión medicalizado —cuyo coste ascendería a los 600.000 euros—. Por ello, sus allegados han organizado una recaudación de fondos online para obtener fondos (el objetivo marcado es 200.000) y solicitan al Gobierno de España que asuma su repatriación.
El caso de Juan Manuel destaca especialmente porque este contaba con dos pólizas contratadas que están resultando insuficientes para darle seguridad. Pedro Ramos, mediador de MGS Seguros y con más de 28 años de experiencia como asesor, explica a Tourinews la importancia no solo de contratar un seguro, sino de que este cuente con las coberturas y las cuantías adecuadas.
“A todo el mundo que se va de viaje al extranjero le recomiendo un seguro de no menos de 500.000 euros”, asevera. Añade que, en el caso de países como Estados Unidos, eleva su recomendación a los 1,5 millones de euros, remarcando que la diferencia en la cuota no es tan abultada (aproximadamente 20 euros). “Sobre todo cuando uno viaja al extranjero tiene que ir tranquilo y se puede ir muy tranquilo con un seguro que no cuesta mucho dinero, porque si te pasa algo, cuesta mucho dinero y te puedes ver tirado”, relata.
Ramos remarca que no solo es importante la cuantía, sino estar bien atento a las coberturas o contar con un asesor que se encargue de que la póliza se adapta al perfil y las necesidades del viajero. “Uno nunca sabe lo que le va a pasar, pero la realidad es que si tienes un seguro vas a tener un respaldo. El problema llega cuando no tienes nada o las coberturas no cumplen. ¿Cómo vas a pretender que un seguro pague más de lo que tú has contratado?”, comenta. Recomienda comprobar si cubren aspectos como los traslados, las consultas médicas, la estancia en hoteles o el cambio de vuelo, pero especialmente la hospitalización ante accidentes graves o las repatriaciones.
No obstante, el consejo de Ramos no se limita solo a los viajes al extranjero y propone estar cubierto incluso en desplazamientos en el territorio español. “Yo recomendaría un seguro para todos los viajes, sea cual sea. Una otitis puede impedirte tomar un vuelo y el seguro te cubriría estancia, las comidas y demás mientras se produce la recuperación”, explica y remarca que, en estos casos, con una póliza de 50.000 euros bastaría.
Las reglas para contratar un seguro
Por último, Pedro Ramos ha compartido, bajo su experiencia, cuáles son los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de contratar un seguro:
- Consultar con un asesor o mediador para que el seguro se adapte a tus necesidades.
- Leer la póliza y asegurarte de que las coberturas se ajustan a lo pactado y que los datos de salida/llegada, destinos, etc. son correctos.
- Verificar que has firmado la póliza y que las has pagado al menos dos días antes de la salida.
- Tener la póliza a mano (impresa o digital) durante el viaje.
- Contar con el teléfono de asistencia 24 horas.




