El pasado 27 de febrero, un grupo de jóvenes que había alquilado a través de la plataforma AirBnB una casa a las afueras de París, descubrió el cadáver de una mujer de aproximadamente 40 años en la zona ajardinada de la parcela. El cuerpo, en avanzado estado de descomposición, estaba cubierto por ramas y hojas que se habían colocado sobre él de manera premeditada para esconderlo. La autopsia no ha determinado la causa de la muerte, pero la sitúa a finales de enero