Las inmobiliarias de Alemania han puesto el ojo en el entorno rural de España, concretamente en el de Galicia. Por ejemplo, diferentes empresas de este tipo contactaron el pasado invierno con José Manuel Pereira, que regenta una casa rural en Muíños (Orense), para hacerle una oferta de compra, pero la casa no estaba en venta. José Manuel cree que estas compañías buscan hacerse con casas abandonadas en zonas rurales para reformarlas y ofertarlas a los ciudadanos alemanes, con el objetivo de "dar forma a un pueblo para jubilados"

Según ha informado La Voz de Galicia, las inmobiliarias alemanas no son las únicas interesadas en este tipo de proyectos. Compañías con sede en Estados Unidos también realizaron ofertas de compra en localidades gallegas como Prado, Piñoi o Xermeade, pero los precios negociados por sus propietarios eran "bastante elevados", de acuerdo con Pereira. El interés de las inmobiliarias internacionales no solo está fijado en Galicia, sino que también en poblaciones del norte de Portugal donde se busca fomentar el turismo rural. 

Pereira se mostró partidario del desarrollo turístico de los entornos rurales, aunque,  con "equilibrio". "Aquí, en el entorno del Xurés y cerca de la frontera, hay mucho por hacer y estaría bien que todos los concellos de la zona se pusiesen de acuerdo para ver cómo se puede explotar. En ningún caso queremos que esto se masifique como pasa en otras partes del país, sino algo equilibrado. Pero la realidad es que a la hora de ejecutar ideas solo hay una o dos personas que ponen de su parte para que esto arranque en la provincia", puntualizó.

Por otro lado, reparó en que, tras el parón turístico causado por la crisis del coronavirus, la demanda de habitaciones se ha vuelto a activar. En este "nuevo despertar turístico" el empresario abogó por potenciar el senderismo en los caminos paralelos a los ríos o las rutas a caballo por los montes que rodean a Portugal.