El aeropuerto de Gatwick, ubicado a las afueras de Londres (Reino Unido), se ha visto obligado a suspender todos sus vuelos de salida y entrada, durante la noche del miércoles, 19 de diciembre, y la mañana de este jueves, debido a la presencia de dos drones sobrevolando el aeródromo.  

Según ha informado Travel Mole, la policía de Sussex está investigando los hechos. El aeropuerto ha enviado un comunicado en el que indica que no tendrá tiempo de reabrir sus instalaciones. Por ello, ha aconsejado a los pasajeros que tenían previsto viajar hoy, que se pongan en contacto con las aerolíneas antes de dirigirse al aeródromo.

La decisión de suspender los vuelos en la noche del miércoles se tomó a las 21.00 horas, tras ser detectados dos drones sobrevolando el aeródromo. La cancelación se mantuvo hasta las 03.00 horas del jueves, aunque un nuevo avistamiento de estos artefactos obligó a cerrar la pista a las 03.45 horas.

Los vuelos que tenían previsto aterrizar anoche en Gatwick, finalmente lo hicieron en otros aeropuertos británicos, como el de Heathrow, Luton y Mánchester. Otros, incluso, aterrizaron en París y Ámsterdam. Tan solo en la noche de ayer se vieron afectados 10.000 pasajeros, de los cuales 6.000 estaban a bordo de vuelos desviados, 2.000 “atrapados” en Gatwick y otros 2.000 en sus aeropuertos de origen. Las aerolíneas están haciendo todo lo posible para que los damnificados puedan efectuar los viajes que tenían previstos en estas fechas tan señaladas, a tan solo cinco días de Navidad.

Al respecto, el director de operaciones de Gatwick, Chris Woodroofe, tildó el incidente de un "acto irresponsable". A su vez, manifestó que sus empleados vieron por primera vez el dron alrededor de las 21.00 horas y que habían reaparecido varias veces desde entonces. "La pista no puede reabrirse hasta que los drones sean derribados", aseveró.

La policía, por su parte, cree que este acontecimiento no es accidental y que el dron está sobrevolando el espacio aéreo de Gatwick deliberadamente. Lo cierto, es que en Reino Unido es ilegal operar un avión por control remoto a un kilómetro de distancia de los aeropuertos. De hecho, poner en peligro un avión con estos artefactos está penado con cinco años de cárcel.