Los derechos de imagen y las acciones de promoción se han convertido en otro elemento más del deporte profesional y pueden meter a algunos jugadores en auténticos líos si deciden apoyar a una marca distinta a la que está asociada al club para el que juegan. Este es el caso Leo Messi, al que el Paris Saint Germain (PSG) ha sancionado por un viaje promocional a Arabia Saudí.

Según recoge L’Équipe, el astro argentino ha sido suspendido de empleo y sueldo por dos semanas tras viajar al país saudita a atender compromisos comerciales sin la previa autorización del club y haberse saltado dos entrenamientos programados en el último momento en jornadas que estaban marcadas originalmente como descanso.

En concreto, Messi viajó con su familia a principios de esta semana al país saudita para participar en un acto promocional impulsado por la Autoridad de Turismo (STA).

 

Una sanción inusual


Hay muchas lecturas para la fuerte sanción que se le ha impuesto al de Rosario —los anteriores desmanes de sus compañeros no fueron castigados con la misma dureza—. Por una parte, y en el ámbito más estrictamente deportivo, se puede entender como una forma de calmar a una afición encabritada tras la derrota en casa frente al Lorient o como un método para presionar al futbolista argentino para que renueve su contrato.

Pero también hay una tercera lectura: la competencia turística entre patrocinadores. Mientras que Messi firmó en 2022 un contrato multimillonario para convertirse en la imagen de la campaña del Ministerio de Turismo de Arabia Saudí para atraer a turistas de todo el mundo, la Autoridad de Turismo de Qatar es una de las principales fuentes de financiación del PSG.