El coronavirus ha cambiado nuestra forma de viajar. Tras un 2020 en el que la mayor parte de las empresas turísticas registraron elevadas pérdidas, el turismo rural está de enhorabuena, ya que las peticiones de reserva de este tipo de alojamientos aumentaron un 35% con respecto a 2019.

Las restricciones de movilidad cambiantes y la sensación de seguridad (sanitaria) que aporta un alojamiento aislado en la naturaleza han hecho que el turismo rural fuera la elección de muchos viajeros durante el 2020, gracias también a la flexibilidad en las políticas de cancelación. Además, el turismo de proximidad ha sido gran protagonista.

Según los datos recabados por el portal especializado en alojamientos rurales Clubrural y difundidos por Efe, las comunidades autónomas que han concentrado más demanda son:

  • Cataluña, con el 19,08% de las solicitudes y la localidad de Sant Pere de Vilamajor (Barcelona) a la cabeza en la región y con el décimo puesto a nivel nacional.
  • Andalucía, con un 13,88%.
  • Madrid, con el 13,15% y la localidad de Mataelpino a la cabeza.
  • Castilla y León, con el 12,44% y la localidad de Navaluenga (Ávila) a la cabeza.
  • Castilla-La Mancha, con el 8,66% y la localidad de Yeste (Sierra de Segura en Albacete) a la cabeza.

Concretando en los pueblos, destacan principalmente Cazorla (Jaén), Jaca (Huesca) y Cangas de Onís (Asturias), como los que más visitas han recibido.