En los próximos diez años, el sector vinícola pretende “abrirse al turismo”, según comenta el portal 'TecnoHotel'. Datos presentados por la Asociación Española de Enoturismo (AEE), muestran que el número de visitantes nacionales e internacionales a bodegas de vino españolas en 2017 alcanzaron los 2,7 millones de visitantes, unas cifras que suponen una crecida del 17,4%, con respecto al año anterior. 

Sin embargo, el consejero en Innovación Turística de la George Washington University y vicepresidente de la AEE, Eduardo Fayos-Solà, ha explicado que esas cifras “no son fiables”, y ha agregado: “No podemos determinar si los visitantes han crecido porque han aumentado las visitas a las bodegas que ya estaban asociadas a AEE, o por las nuevas bodegas que se han incorporado”.

Por su parte, José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España y presidente de honor de la Asociación Española de Enoturismo, ha destacado la “ventaja competitiva” que tiene España en materia de enoturismo, y ha subrayado que se trata de un “turismo sostenible” que contribuye a desestacionalizar el sector, favorece el desarrollo de los territorios, genera riqueza y empleo, y permite abrir mercados entre los turistas extranjeros.