El sector hotelero de Barcelona ha activado todas las alarmas, debido a los años de caída que encadena el turismo de negocios, el que más dinero deja en la ciudad. En 2018, por ejemplo, estos turistas representaron el 30% del total de huéspedes, un 20% menos que en 2014, cuando este porcentaje ascendía al 50%.

Así lo denunció el Gremio de Hoteles de Barcelona, cuyo presidente, Jordi Clos, hizo balance el pasado jueves, 7 de febrero, sobre la actividad hotelera en 2018.

Según ha informado El País, Clos relacionó la pérdida de turistas de negocios con la inestabilidad política, derivada de la celebración del referéndum de independencia. Esta situación ha provocado que diferentes congresos no se celebren en Barcelona, así como la marcha de la sede social de unas 6.000 empresas, que ya no realizan en la urbe sus reuniones y encuentros. Clos también señaló a la escalada de inseguridad en la ciudad condal, como responsable de la pérdida de estos turistas.

Dejando al margen el turismo de negocios, los hoteles de Barcelona cerraron 2018 con un nivel de ocupación del 80%, una cifra similar a la de 2017. Sin embargo, el precio medio de las habitaciones cayó, de media, seis euros, quedando en 132,5 euros.

Buen inicio de 2019

Clos aprovechó la cita para facilitar los datos de los dos primeros meses de 2019, donde se han registrado incrementos del 6% en enero y del 4% en febrero.