Los barrios residenciales y las zonas periféricas de Palma (Mallorca) se han convertido en aparcamientos para decenas de autocaravanas y caravanas, que se cifran en unas 800 en la isla balear.

Según ha informado Diario de Mallorca, Miquel Toni Vidal, presidente de la asociación de Autocaravanistas de Baleares Abaces, indicó que esta situación se debe a la ausencia de parkings de caravanas y al elevado precio que hay que pagar por una plaza de aparcamiento privada, que oscila entre los 90 y 150 euros mensuales.

Lo cierto es que estacionar caravanas en la vía pública es totalmente legal, ya que son consideradas vehículos. Lo que sí prohíbe la ley es el despliegue de los toldos y mobiliario, ya que esto equivaldría a acampar.

Las caravanas que invaden los barrios residenciales y zonas periféricas de Palma, por lo general, cumplen con los requisitos: están bien aparcadas, totalmente cerradas, cuentan con parasoles y no se desarrolla actividad en ellas. En otros casos, sí que se utilizan como viviendas.

Tantas caravanas estacionadas en un mismo enclave pueden dar la sensación de poblado, transmitiendo así una imagen equivocada. No obstante, Vidal manifestó que se emplean “cada fin de semana o para viajar”. Por su parte, Joan Bibiloni, presidente de Caravaning Club Mallorca, consideró que el caravaning “irá a más” y que es “un negocio en auge”, que debe ser atendido por las autoridades.