Según ha publicado el periódico 'El Mundo', la opinión generalizada de los centros de poder en Europa es que, con la crisis catalana, la Marca España está “tocada”, pero “no hundida”. Aunque, muchos europeos opinan que el conflicto ha perjudicado al concepto que se tiene de España en el exterior.

Refieriéndose a las próximas elecciones en Cataluña, una alta fuente europea destaca que “pase lo que pase habrá quien lo lea siempre bajo su lente. Pero si un partido no independentista fuera el más votado en las elecciones, por mucho que éstas hayan sido convocadas tras la aplicación de los resortes constitucionales, el mensaje que se transmitiría sería muy poderoso”.

El mismo diario ha apuntado que eso no quiere decir que  España no vaya a salir tocada tras lo ocurrido estos meses. Según el único estudio disponible, elaborado por el Reputation Institute, 6 de cada 10  ciudadanos  de Italia, Francia, Reino Unido, Alemania, Portugal, Holanda y Bélgica consideran que la marca España se ha visto perjudicada de alguna forma.

El Gobierno ha cuantificado en medio punto el impacto de la crisis catalana en el PIB, una cifra que expertos de los principales servicios de estudios consideran "razonable". El Reputation Institute, con algo más de 1.700 entrevistas, cuestionario online y preguntas también a directivos de empresas, cifró en 12.000 millones el impacto inmediato sólo por la pérdida de visitantes (un 15,4%).

Una de las joyas de la economía catalana es el turismo, que aporta cada año más de 18 millones de turistas internacionales (un cuarto de todos los visitantes que llegan a España) y 17.466 millones de euros en gasto de los turistas, el 22,6% del total de España.

La ciudad de Barcelona y la costa mediterránea de Cataluña son los principales atractivos para los visitantes. Por este motivo, muchos expertos y medios de comunicación opinan que las elecciones del 21 de diciembre serán fundamentales para saber si esta actividad económica se ve aún más afectada tras las pérdidas que ha experimentado desde la celebración del referéndum del 1 de octubre y la posterior destitución del gobierno catalán.