La fiebre de Instagram ha llevado a muchos usuarios a cometer locuras, en ocasiones, sin saberlo. El monte Neme, ubicado en la comarca de Bergantiños (A Coruña), se ha convertido en uno de los lugares más frecuentados por los instagramers, debido a sus lagos de agua turquesa que, pese a su idílica apariencia, esconden diferentes peligros.  

Según ha informado La Vanguardia, el baño en estos lagos puede acarrear problemas de salud, concretamente en la piel, los ojos o el estómago. Y es que las aguas de estas balsas son altamente tóxicas, ya que formaban parte de una antigua mina de wolframio, que estuvo en funcionamiento desde la I Guerra Mundial hasta el año 2012.

Manuel Ferreiro, médico del Hospital Universitario de Coruña (CHUAC), manifestó en declaraciones a la Cadena Cope: “Si nos bañamos puntualmente lo más probable son problemas oculares e irritativos, irritación de las mucosas oculares e irritaciones cutáneas. Si es de una manera prolongada e ingerimos algo de agua, fundamentalmente trastornos digestivos, vómitos y posteriormente diarrea. Si es un baño corto no sería grave”.

Varios instagramers, que se han fotografiado bañándose en estas balsas, han confesado haber padecido los síntomas descritos. Una de ellas es Uxía, quien indicó en la red social que estuvo con vómitos y ronchones en la piel una semana. Una de sus amigas, incluso, precisó atención hospitalaria “porque se le caía la piel”, donde le recetaron medicamentos. Pese a ello, aseguró que la foto mereció la pena.

Por su parte, el colectivo Salvemos Cabana ha pedido el sellado de estas balsas por los riesgos que conllevan para la salud.