Muchos son los frentes que tiene abiertos el Ayuntamiento de Calvià (Mallorca). El consistorio intenta desterrar de Magaluf el turismo de borrachera mediante su apuesta por el turismo familiar y de lujo.

En esta estrategia es también muy importante el control sobre los bares de copas de la zona y, más concretamente, la regulación del trabajo de los ticketeros, también conocidos como 'Relaciones Públicas' o cazadores de clientes. Según recoge el diario ‘El Mundo’, está comenzando la temporada turística con la Ordenanza Municipal de Publicidad Dinámica en vigor y ya han comenzado las primeras disputas.

Según la regulación, estos 'cazadores de clientes', sólo pueden desarrollar su actividad en la acera que se encuentra justo delante del establecimiento para el que trabajan, no pudiendo invadir el espacio destinado al resto de bares. Sin embargo, muchos empresarios ya han denunciado ante la policía que no se están respetando las restricciones.

La ocupación de los espacios promocionales de la competencia provoca, según la opinión del empresario nocturno Alejandro Jara, la mayoría de las disputas. Por ello, sostiene, se concentrará durante esta temporada turística en denunciar constantemente.

Las disputas entre estos ticketeros dieron lugar el pasado verano a diferentes disputas que fueron grabadas en vídeo y que se viralizaron dando una imagen exterior del destino contraria a la que quieren transmitir las autoridades.