Según publica La Provincia, la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias está preparando un proyecto de decreto que incluirá a los animales de producción (vacas, cerdos, cabras, caballos y burros) entre las piezas de caza mayor. 

Tal y como se puede leer en el artículo 2 del texto, cuyo trámite de exposición pública acabó el día 13, "se consideran piezas de caza mayor a los animales de producción asilvestrados”, que hayan sido "mantenidos, cebados o criados para la producción de alimentos o productos de origen animal" pero que, por ejemplo, hayan sido abandonados tras el cierre de su explotación y que “carezcan de identificación o signo aparente de dominio o posesión por una persona”. 

Se prevé como métodos de caza, la batida, el rececho y la apañada. Como armas se permiten el rifle y el arco de 45 libras de potencia o superior. Además los perros también estarán permitidos. 

La viceconsejera, Blanca Pérez, ha explicado que la proliferación de este tipo de animales en libertad “se ha convertido en un problema de primer orden” por las repercusiones negativas que tienen en el ecosistema y por los “daños y perjuicios” que provocan a agricultores y ganaderos.

Los colectivos defensores de los animales ya han alzado su voz en contra del documento. Abel Román, coordinador de la Red Canaria Solidaria contra la Crueldad Animal, ha señalado que aunque las cabras consumen especies de plantas protegidas, esto no justifica que “haya que pegarles un tiro” y se las considere como “basura orgánica”. Román confía en que “impere la cordura y que finalmente se rechace esta aberración”. 

En la actualidad, en el Archipiélago se consideran piezas de caza mayor al muflón y al arruí, dos especies que se introdujeron con fines cinegéticos, en Tenerife y La Palma, respectivamente. En Gran Canaria, periódicamente se autoriza la caza de cabras asilvestradas, justificando la acción por el daño a los ecosistemas y espacios naturales protegidos que causan.