Aunque en el archipiélago canario aún no opera ninguna compañía de transporte con conductor como Uber o Cabify, esta última no descarta comenzar a ofrecer sus servicios en las islas. Eso sí, aún no ha precisado la fecha del inicio de su actividad.

Uber, por su parte, rechaza establecerse en Canarias debido al limitado número de licencias de vehículos de turismo con conductor que permite la legislación española, y que depende del número de taxis de cada lugar. El Reglamento de Ordenación de Transporte Terrestre aprobado en noviembre de 2015 concede como máximo una licencia VTC por cada 30 licencias de taxi. “A causa de ello no podemos operar, porque no daríamos un buen servicio”, declaran desde la compañía.

La clave de la aceptación de los servicios de vehículo compartido reside en que, por ejemplo, en Madrid es más barato que moverse con un taxi convencional. Sin embargo, en un análisis publicado en 2016 por FACUA-Consumidores en Acción, Santa Cruz de Tenerife, Arrecife y Las Palmas de Gran Canaria son las ciudades con los taxis más baratos de España por lo que la implantación de este tipo de empresas partiría con un handicap.