Tras la tregua temporal concedida por el parón mundial provocado por la pandemia, en Baleares se ha retomado el propósito de poner límite al número de cruceros que recalan en los puertos del archipiélago —Palma y Alcúdia (Mallorca), Ibiza, Mahón (Menorca) y el puerto de la Savina (Formentera)—.

Según informa Diario de Ibiza, desde la Comisión de Medio Ambiente del Govern de Baleares se ha pedido al Ministerio de Transición Ecológica que limite el número de cruceros que atracan, así como que restrinja el tráfico de navieras y ferrys por aguas baleares.
 


 

Preocupación por la saturación y la contaminación


En su escrito de alegaciones al Plan de Ordenación del Espacio Marítimo de la costa Levantina-Balear, el organismo autonómico pide al Ministerio que se realice un estudio de capacidad de carga de las islas y que, una vez conocidos los datos, se adopten “medidas para limitar el número de embarcaciones de crucero recreativo y limitar el tamaño de dichas embarcaciones”.

De forma paralela recalcan el impacto negativo de la “contaminación” que supone la llegada y el tránsito de dichos buques. En concreto, esgrimen que ya hay una gran afección sobre especies protegidas y también advierten sobre las consecuencias para el ecosistema que podría tener un hipotético vertido de combustible. De igual manera, también recalcan los niveles de emisiones de óxido de azufre en el Puerto de Palma.

Por último, también hacen hincapié en el impacto negativo de los fondeos ilegales de embarcaciones y piden una regulación dura y “una actuación integral eliminando infraestructuras de fondeo ilegal”.