El Valle de los Caídos recibió a 38.269 visitantes el pasado mes de julio, un 49,8% más que en el mismo período del año pasado, cuando acogió a 25.532 personas. El incremento se ha producido después de que el Gobierno de Pedro Sánchez manifestara su intención de retirar del lugar los restos del caudillo Francisco Franco.

El Valle de los Caídos es un monumento, que pertenece al Patrimonio Nacional, ubicado en la sierra de Guadarrama (San Lorenzo del Escorial, Madrid). Francisco Franco ordenó su construcción en 1939 y está conformado por una escalinata, una explanada, una basílica y una abadía, así como está decorado con mosaicos y esculturas que evidencian la estrecha relación entre el franquisto y la religión católica. Las obras se efectuaron desde el año 1940 hasta 1958 y en su edificación participaron presos del régimen de Franco. Cuando murió el dictador, en 1975, el gobierno de entonces, presidido por Arias Navarro, decidió que fuera enterrado en sus instalaciones. 

Según ha informado El Confidencial, los meses anteriores al anuncio de la exhumación de los restos del caudillo, las visitas al monumento habían disminuido, de tal manera que el pasado mayo 21.599 turistas acudieron al lugar, mientras que en 2017 lo hicieron 26.778 personas. El mes que registró el número de visitas más bajo fue el pasado abril, cuando 24.157 curiosos acudieron al centro frente a las 37.551 que lo hicieron en abril de 2017.

El monumento atrajo a 283.277 turistas el año pasado, cifra que podría ser superada en 2018. Por el momento, el presidente del Ejecutivo español aseguró la semana pasada que la decisión de exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos está tomada y que se realizará “muy pronto”.

No se trata de la única obra construida bajo un régimen dictarorial que llama la atención de los visitantes. Otras construcciones como el Estadio Olímpico de Berlín, construido por los nazis con motivo de los JJ.OO. de 1936, también atraen las visitas de muchos turistas internacionales que se ven especialmente atraídos porque en este estadio Jesse Owens ganó cuatro medallas de oro ante la mirada del régimen nazi.