Durante los dos últimos años, el Centro de protección de Animales Domésticos (CEPAD) ha rescatado en aguas de Baleares a una docena de vascas muertas flotando en el mar, una situación nada positiva teniendo en cuenta la importancia turística de la región. 

La Consejería de Medio Ambiente  de Baleares ahora se plantea si las redes podrían provenir de barcos de transporte de ganado que abandonan los cuerpos en el mar tras su fallecimiento, aunque bien es cierto que el director general de Agricultura del Gobierno balear ha explicado que existen otras dos sospechas que no se deberían descartar: los animales podrían provenir de Mallorca, que no tiene incineradora de cadáveres de animales o de Menorca, que sí tiene. Cabe destacar que incinerar a una res muerta puede costar unos 400 euros, una cifra bastante alta. 

Los técnicos de CEPAD sostienen que se ha detectado que se les ha cortado las orejas a los animales muertos con el fin de hacer que desaparezca el zarcillo donde queda registrada la identificación del ganado vacuno. 

Los lugares donde han aparecido las vacas han sido Sóller, Calviá y en mayor número en Alcúdia y can Picafort (Mallorca).