El Aeropuerto de Menorca, junto con el de Vigo (Pontevedra), será el primero en España en incorporar un nuevo sistema de control aéreo, que funciona mediante un complejo sistema de cámaras y sensores, que está llamado a sustituir a las torres de control clásicas.  

Según ha informado Menorca.info, fuentes del gestor aeroportuario AENA han confirmado que el proyecto ya ha sido aprobado. Así, en un plazo máximo de tres años, se derribará la vieja torre del aeródromo de Menorca, que tiene una antigüedad de medio siglo y arrastra problemas estructurales. El siguiente paso no será la construcción de una nueva.

En esta línea, AENA está negociando con Enaire, gestor de navegación aérea, un convenio de colaboración para ubicar las dependencias de control remoto en un edificio ya existente, que puede estar ubicado en cualquier punto de la isla. El importe de esta operación no ha sido concretado, aunque se cree que será similar al de la construcción de una torre nueva: cerca de 4,6 millones de euros.

Cabe destacar que la tecnología que se quiere implementar ya funciona en otros aeropuertos importantes, como el de London City. Lo cierto es que ya está funcionando, o en trámite para hacerlo, en aeropuertos de 16 países, siendo 8 de ellos europeos. El de Menorca será el primero en España en utilizar esta tecnología.  

El nuevo sistema no implica cambios para el pasajero más allá de la desaparición de la torre. Los controladores, sin embargo, dejarán de operar con una visión en altura de la pista de aterrizaje (lo habitual) para hacerlo a “pie de suelo”, atendiendo a diversos monitores unidos que ofrecerán una panorámica de hasta 360 grados. Todo ello con la ayuda de la última tecnología.

Este cambio de sistema no tiene por qué afectar a las necesidades de recursos humanos, aunque los controladores sí tendrán que recibir una formación específica para poder operar en torres de control remoto. Desde AENA, por su parte, han defendido este nuevo sistema, ya que aumenta la seguridad del control de navegación, resta impacto paisajístico al aeropuerto y evita iniciar obras de la envergadura de una nueva torre.