Thomas Cook está adoptando una postura firme frente a las atracciones con animales. Esta acción es consecuencia de los resultados de un informe que la compañía encargó en enero al especialista en bienestar animal Global Spirit. 

La investigación determinó que 16 de las 25 atracciones que Cook ofrecía no cumplían con los estándares de seguridad mínimos establecidos por la ABTA en 'Guía de Bienestar para Animales en el Turismo'. 

En diciembre el touroperador adoptó una nueva política que exigía que todas las atracciones de su portfolio cumplieran esa guía. Por ello, ahora está desvinculándose de las que no la cumplen. Algunas de las afectadas son Ocean World, en República Dominicana, Sealanya en Turquía o los Baan Chang Tours (paseos en elefante) en Tailandia. También tendrá repercusión en otros programas en China y Cuba. 

Peter Fankhauser, director ejecutivo de la compañía, ha explicado que: "Sabemos que para mucha gente tener animales en cautividad es algo inaceptable. Sin embargo, la verdad es que muchos animales cautivos no pueden ser devueltos a la naturaleza. El turismo tiene un papel importante en el aumento de estándares para estos animales en la transición hacia el final de las prácticas de captura animal para el entretenimiento, además de para la finalización de prácticas que se sabe que les hacen daño".