Este podría ser el verano de Swimmy, el Airbnb de las piscinas. Esta plataforma para el alquiler de piscinas entre particulares procedente de Francia aterrizó en España en 2020, en plena pandemia. Ahora, con el fin del estado de alarma en nuestro país y a las puertas del verano, podría ser el momento de su despegue definitivo.

Aunque ya cuenta con 120.000 usuarios repartidos entre Francia y España, esta aplicación todavía es una gran desconocida. Sin embargo, desde Swimmy afirman que el interés por celebrar reuniones y fiestas alrededor de una piscina va ‘in crescendo’. Además, para los propietarios de las mismas, puede suponer una jugosa inyección de dinero, ya que hay casos en los que se puede ganar hasta 8.000 euros por temporada. Desde la platafoma, además, quieren aclarar que todo se hace una manera legal, es decir, toda ganancia debe ser declarada a Hacienda.



 

El precio medio que se puede encontrar en la plataforma para el alquiler de una piscina es de 20 euros por persona y día, aunque también las hay por 10 euros o por 40. El precio varía en función de las prestaciones o características adicionales, como barbacoa, jardín, tumbonas, jacuzzi… Además, según indican desde Swimmy al portal Idealista/news, “cuanto más próxima esté la piscina a una gran ciudad, más caro es su alquiler”.

¿Y por qué España? Según los datos de la Asociación Española de Profesionales del Sector de las Piscinas (ASOFAP), España es el segundo país de Europa con mayor número de piscinas privadas, aproximadamente, 1.018.000. En este sentido, España se sitúa solo por detrás de Francia, por ello, Swimmy decidió ‘saltar de cabeza’ a nuestro país. Al mismo tiempo, la compañía mantiene la intención de expandirse a otros mercados, como Alemania, Estados Unidos o Italia.