El juzgado social número 1 de Santa Cruz de Tenerife ha estimado, parcialmente, la demanda interpuesta por un expiloto de Ryanair hace año y medio, en la que exigía la declaración de la relación laboral entre ambas partes y el pago de las cotizaciones sociales que corresponden a los siete años que prestó servicios en la ‘low-cost’.

Según ha informado La Vanguardia, la aerolínea irlandesa se opuso a la demanda, ya que el piloto operaba aviones de Ryanair, cuya nave está ubicada en Irlanda, y la compañía no dispone de ningún domicilio en España. También, negó la relación laboral con el comandante. No obstante, la decisión del juzgado hace tambalear la política contractual de la aerolínea. 

Y es que, la sentencia, que no es firme, determina que el piloto estaba asignado a la base de Tenerife, por lo que desempeñaba sus labores en territorio español. Así como, confirma que Ryanair no tiene "domicilio, agencia o delegación" en España, pero sí cuenta con "otra representación", ya que se considera domicilio el lugar donde "se desarrolla la actividad laboral o profesional no ocasional", como era el caso de la aerolínea en el aeródromo tinerfeño. 

Ryanair viene defendiéndose de este tipo de demandas, rechazando cualquier jurisdicción que no sea la irlandesa, que tiene un marco laboral más benévolo para empleador. No obstante, el juzgado constató que había una relación mercantil entre Ryanair, por medio de la sociedad instrumental Bookfield Aviation International, y el piloto, que facturaba a través de la sociedad irlandesa Franylee. Esta relación mercantil, que obligaba al comandante a darse de alta como autónomo para cotizar en la Seguridad Social, escondía una relación laboral plena. 

En resumen, el piloto tenía un cargo concreto que no podía ser desempeñado por otra persona, utilizaba los medios de Ryanair, cumplía órdenes, llevaba uniforme o tenía una tarjeta identificativa, entre otras, por lo que era un empleado de pleno derecho. Por ello, tanto Ryanair como Bookfield han sido condenados a pagar 26.584 euros que adeudaba al comandante. 

La 'low-cost' ya ha anunciado que recurrirá la sentencia, aunque la decisión del juez supone una puerta para aquellos profesionales que hayan trabajado con la aerolínea con un contrato no laboral, lo cual complicaría aún más el panorama actual de Ryanair, protagonizado por numerosas huelgas de sus empleados que reclaman mejoras laborales.