La preocupación por el futuro del aeropuerto de Londres-Heathrow, el más importante de Europa, crece estos días entre la política de Reino Unido, tras adquirir el fondo soberano de Arabia Saudí (PIF), controlado por el Estado árabe, el 25% de la propiedad. Además, las especulaciones con posibles ventas de participaciones por parte de otros accionistas han hecho saltar las alarmas en el país británico.

Según recoge el medio Travel Mole, algunos representantes políticos han mostrado su recelo ante la citada operación, debido a la creciente vinculación de su principal recinto aeroportuario con un régimen político que lleva a cabo violaciones de derechos humanos. "Heathrow es un recurso estratégico y, por lo tanto, naturalmente estoy preocupado por un activo como este", ha reconocido el ex canciller de Hacienda en la Sombra, John McDonnell.
 

 Las empresas deben protegerse contra cualquier posible vínculo con violaciones de derechos humanos"


Por su parte, el jefe de campañas de la ONG Amnistía Inernacional en Reino Unido, Felix Jakens, ha advertido que "las empresas deben protegerse contra cualquier posible vínculo con violaciones de derechos humanos", añadiendo, además, que "no deben dejarse encandilar por los miles de millones que el Estado saudí gasta en lavar su imagen con grandes eventos deportivos y otras inversiones".