El pasado 28 de octubre, Loro Parque envió un burofax a SOSdelfines para que la organización rectificara, en un plazo máximo de tres días, la información del vídeo “No me cuentes cuentos, tengo derecho a saber la verdad” dirigido al público infantil, en el que se hace referencia a la situación de los cetáceos en cautividad de los delfinarios españoles, en concreto, a tres especímenes: Kohana, una de las seis orcas del Loro Parque, en Tenerife; Jordi, uno de los seis delfines mulares que viven en Marineland en Cataluña y Kairo, una de las dos belugas del Oceanográfico de Valencia. Según la entidad animalista, los delfinarios “realizan comportamientos totalmente distintos a los que desarrollan sus congéneres en el medio natural, el entorno en el que viven carece de la riqueza que debería tener su hábitat y el grupo social en el que conviven está seleccionado por la empresa que gestiona el parque”. El zoológico tinerfeño expuso que en relación con los datos aportados sobre la orca Kohanna, una de las orcas propiedad de SeaWorld que fue enviada a Tenerife junto a otra hembra, Skyla y dos varones Keto y Tecoa en un “préstamo para reproducción”, algunos puntos no eran exactos ya que la orca, tal y como se expone en el vídeo, no fue separada de su madre cuando era un bebé, porque el término no se puede utilizar para los animales; que se emancipó con cuatro años, por lo que superaba la edad establecida por los expertos para ser una cría de orca; que no fue obligada a ser madre y que no lo fue demasiado pronto, y que el fallecimiento de su cría se debió a un hecho biológico habitual, pues las primeras crías no suelen superar los seis meses de edad. Ante esto, SOSDelfines ha respondido que: el término ‘bebé’ se utiliza ampliamente para designar a crías de corta edad de cualquier especie y, en particular, cuando las palabras van dirigidas a público infantil; que una cría de cinco años podría seguir siendo amamamtada por sus madres, y que hay poblaciones en las que las orcas no se independizan hasta haber alcanzado los 10 años. También puntualiza que, a pesar de las jerarquías, los machos orca son de mayor tamaño que las hembras, por lo que en un tanque con un macho que quiere copular no tiene posibilidad de escapatoria, por no hablar de la práctica de inseminación artificial utilizada en varios centros. También añaden que Loro Parque hace que sus orcas se reproduzcan al estar sexualmente listas sin tener en cuenta una preparación social mayor, y que la muerte de Vicky, la cría de Kohana, no se debe, en ningún caso, a un “hecho biológico natural”