La compañía Freedom Cruise Line lleva años preparando el proyecto Freedom Ship, un crucero que pretende ser una verdadera urbe flotante donde poder vivir y trabajar, mientras se da la vuelta al mundo. Sin embargo, existe un impedimento para convertir esta iniciativa en realidad: su financiación, de casi 10.000 millones de euros.

Según ha informado La Vanguardia, el proyecto contempla la construcción de una gran estructura, donde una comunidad autosuficiente haría vida normal. La embarcación mediría 1.371,6 metros de largo; 228 de ancho; y 106,68 de altura, por lo que sería cuatro veces más largo que el Queen Mary y tan alto como el Edificio España de Madrid. 

La superestructura del crucero se elevaría 25 pisos por encima de su cubierta principal, donde se dispondrían viviendas para 60.000 personas, un hospital, escuelas, bibliotecas museos, casinos, tiendas, supermercados, bancos, oficinas y hasta hoteles. Incluso, los pasajeros-habitantes se desplazarían por una especie de metro, así como en ferris cuando el buque llegase a puerto.

La embarcación tendría capacidad para 100.000 pasajeros, de los que 40.000 serían residentes, 20.000 tripulantes, 30.000 visitantes diarios y 10.000 turistas hospedados en los hoteles de a bordo. En la cubierta superior, además, se instalaría una pista de aterrizaje para aviones pequeños de entre 38 y 40 viajeros, así como para helicópteros y jets privados.

El crucero daría la vuelta al mundo de forma continua durante tres años, haciendo escalas en los puertos más populares del globo. Para ello, la compañía deberá conseguir la financiación estimada, así que por ahora el futuro del Freedom Ship sigue siendo incierto.