La filial mallorquina de la quebrada Thomas Cook, In Destination Incoming S.L.U., ha sido declarada en concurso de acreedores, con una deuda de 57 millones de euros. Diferentes fuentes jurídicas y sindicales aseguran que la compañía está abocada a la liquidación.

Según ha informado Diario de Mallorca, la empresa emplea a cerca de 800 trabajadores, quienes solo tendrán derecho a una indemnización de 20 días de sueldo por año trabajado, con un máximo de doce anualidades, tal y como recoge la ley en estos casos.

La propia In Destination Incoming S.L.U. decidió presentar un concurso voluntario de acreedores tras conocerse la quiebra de Cook. Poco después, solicitó el concurso necesario, que está siendo tramitado por el juzgado de lo mercantil 1 de Palma y cuyo administrador es Price Waterhouse Cooper.  

La entidad justificó este movimiento con la cascada de quiebras que estaba generando la desaparición de Thomas Cook. Su actividad principal es la de agencia de viajes, aunque también explotaba un centro financiero europeo de todas las divisiones de su matriz en Palma. El grupo turístico, de hecho, empleaba a unas 140 personas en la sede de su filial mallorquina, en el Polígono de Son Valentí.

El futuro de la plantilla

Fuentes sindicales indicaron que la “plantilla de Incoming tiene un futuro negro y ahora lo que toca es negociar con la empresa una indemnización y unas condiciones de salida mejores a las que estipula la ley”. Los trabajadores, a su vez, deben decidir quién se encargará de la negociación, si los sindicatos (UGT y CCOO) o un bufete externo.

Cabe destacar que diferentes filiales españolas de Thomas Cook, de las que cuatro explotan 22 hoteles del grupo turístico en Baleares, se han declarado en preconcurso de acreedores. Otras sociedades también han optado por esta salida, en los últimos días, para evitar la quiebra.