Richard J. Vogel, anterior responsable de TUI Cruises y Aida, lleva un año al frente de la naviera española Pullmantur, haciéndose cargo de reconstruir una empresa con dificultades. Para reflotar la empresa ha venido a revolucionar la forma de trabajar de los españoles.

Entre los muchos cambios en la gestión “a la alemana” que ha impuesto, uno de los más importante es el de modificar las horas de reuniones, que siempre deben celebrarse antes de 17:00 cuando todos los gestores aún se encuentran a pleno rendimiento.

Vogel ha revelado que cada vez más españoles van de crucero y sostiene que Pullmantur es una “naviera española con raíces hispanas” por lo que cree que su ámbito de actuación debe centrarse en sólo dos mercados emisores: España y Latinoamérica. Según el gerente, es lo que hace a esta compañía única, ya que sus principales competidores (Costa Cruceros y MSC) mezclan a los hispanos con cruceristas procedentes de otros países. 

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De hecho, sostiene que no es buena idea mezclar a los españoles con el resto de europeos, no porque existan problemas entre ellos, sino por el “sentido del tiempo diferente” tanto para las horas de la zona como para la vida nocturna: “En un barco hispano hay una fase de recreo en bares sobre la medianoche, pero las discotecas no se llenan hasta las dos de la madrugada; algo que no se puede encontrar en los barcos germanos”.

Además, especifica que el hecho de que los españoles disfruten de un buen clima durante la mayoría del año obliga a las navieras a ofrecer otros productos más allá del clima y el buen tiempo como, por ejemplo, la gastronomía.

El directivo defiende España tiene un gran potencial, confesando que su negocio crecerá en el país un 40%, superando los ingresos de 330 millones de euros registrados en 2016. Destaca especialmente que tras una crisis severa, los ibéricos están recuperando el pulso.

Según CLIA, los alemanes y los británicos son los principales clientes de cruceros en Europa, mientras que los españoles ocupan la quinta posición.