La Audiencia Provincial de Lübeck, Alemania, ha condenado a las herederas de Deilmann, Hedda y Gisa Deilmann, a dos años y nueve meses de cárcel por evasión de impuestos, declaración jurada falsa e irregularidades en la quiebra de la compañía de cruceros Peter Deilmann. El abogado de las herederas pedirá la revisión del caso. Las hermanas asumieron en 2003 la gestión de la naviera tras la muerte de su padre, Peter Deilmann, y siete años más tarde declararon que la compañía era insolvente. Según el telediario "Kieler Nachrichten", se acusa a Hedda y Gisa de haber traspasado parte de la herencia a otros miembros de la familia antes de la mencionada declaración de insolvencia. También se investiga la participación en el caso de las empresas inversoras Aurelius y Callista Private Equity, aunque de momento no hay información al respecto