El parón en la actividad de cruceros provocado por la pandemia del Covid-19 se ha traducido en la quiebra de otra empresa. En este caso se trata del astillero alemán MV Werften, que pertenecía a la empresa china Genting Hong Kong desde 2016.

La compañía, con instalaciones en Wismar, Rostock y Stralsund (en el estado alemán de Mecklemburgo-Pomerania Occidental), ha iniciado el proceso de insolvencia, tras no contar con los recursos necesarios para completar la construcción del crucero "Global Dream".
 


 

Según informa Norddeutscher Rundfunk, la construcción de dicho buque con capacidad para hasta 9.500 pasajeros —y que iba a ser operado por la propia Asian Genting Group bajo la marca Dream Cruises— se encontraba en un 75%, sin embargo, el parón en la actividad de cruceros hizo que la empresa asiática tuviese que paralizar toda su actividad y no pudiese aportar más fondos al proceso. Cabe destacar que el coste total del barco es de 1.500 millones de euros.

Se estaban manteniendo negociaciones con las autoridades del estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental y con las federales con tal de lograr una inyección de 600 millones, pero finalmente, fracasaron. Ahora se ha iniciado el proceso de insolvencia que, si bien no significa el fin de la empresa, pone en peligro los puestos de sus más de 1.900 empleados.