El Centro de Control de Operaciones (CCO) de Air France es considerado como el “buque insignia” de la compañía desde que fue creado hace 20 años. Se trata de una instalación en la que trabajan equipos de 500 personas por turnos intentando garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de los vuelos, pese a que tengan que hacer frente a  imprevistos como problemas meteorológicos, quejas de pasajeros, ciberataques, crisis geopolíticas, etc.

Actualmente la empresa está ultimando el traslado de este centro neurálgico, manteniéndolo en la sede del aeropuerto de París-Charles de Gaulle, pero modificando tanto su ubicación como su tamaño. Y es que según informa Le journal de l’aviation, el cambio de espacio supondrá aumentar el área disponible de los 200 a los 300 metros cuadrados, dando mayor espacio para las áreas de despachos y mantenimiento.

Tendrá un espacio más grande, con un diseño optimizado y capacidad para futuras ampliaciones con el fin de adaptarse a los cambios en los próximos años. Se espera que el nuevo proyecto esté listo para la segunda mitad de 2021.

Para Jean-Yves Chaumet, director de control de operaciones, este era un paso necesario con el fin de modificar la organización del CCO y facilitar las interacciones entre los equipos. Asimismo, da la oportunidad de integrar nuevas áreas profesionales. En su opinión, una de las mayores dificultades será organizar la mudanza sin perturbar el funcionamiento del centro actual y es que advierte que un parón en el centro de control podría provocar que falle “toda la maquinaria” de Air France.