Cuando en la Unión Europea se producen fusiones de aerolíneas, son los otros grandes grupos rivales los que muestran una mayor oposición a las operaciones, llamando a la intervención de los organismos comunitarios. Sin embargo, en el caso de la fusión de Lufthansa e ITA Airways se ha producido la rebelión de las aerolíneas más modestas.
Según informa Aerotelegraph, tanto Luxair como Condor han presentado un recurso ante el Tribunal General de la Unión Europea contra la decisión de la Comisión Europea de permitir la fusión.
La clave del conflicto se encuentra en el Aeropuerto de Milán/Linate (Italia). Para dar su visto bueno a la operación, la CE exigió que Lufthansa e ITA se desprendiesen de slots —franjas horarias de aterrizaje y despegue—: los de larga distancia fueron a parar al grupo IAG (matriz de Iberia) y los de media y corta recayeron en su totalidad en easyJet.
Esta cesión ha sido vista como una forma de dejar en desventaja a las aerolíneas regionales más pequeñas. “Las medidas correctivas impuestas no son suficientes para compensar el deterioro o la eliminación de competencia causados por esta transacción”, esgrimen desde Condor.
Se da la circunstancia de que las dos aerolíneas demandantes han tenido en algún momento de su historia vínculos con Lufthansa, que llegó a poseer importantes paquetes de acciones de las mismas y de las que se fue desprendiendo con el paso del tiempo. En el caso de Condor llegó a hacerse con el 100% de la propiedad, sin embargo, terminaron separando caminos e incluso protagonizando una fuerte disputa judicial por su acuerdo para los vuelos de conexión.
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