El servicio técnico de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), pidió en octubre de 2020 que se restaran del rescate a Air Europa los 35 millones de euros que la familia Hidalgo, principales accionistas de aerolínea, se había repartido en marzo de ese mismo año. Esta deducción fue rechazada por la dirección de la SEPI y, finalmente, el 3 de noviembre se dio luz verde al préstamo íntegro de 475 millones.
Según informa Vozpópuli, esta desavenencia fue el último escollo que hubo de salvar el rescate antes de su aprobación, aunque el cobro del dividendo ya había causado preocupación a la entonces vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Nadia Calviño, según muestran los informes de la UCO.
En la aerolínea temían que la Comisión Europea pusiera pegas a un rescate que podía interferir o facilitar una operación sujeta a las normas de competencia, lo que se evitó consignando parte de la ayuda a través de un préstamo participativo inferior a 250 millones.