Las quiebras de aerolíneas en 2017 dejaron a más de 1 millón de pasajeros desamparados. Ante esto, la asociación europea de empresas de viajes, ECTAA, ha hecho un llamamiento a la Comisión Europea para que se tomen medidas que obliguen a las compañías a proteger a los viajeros ante estas graves incidencias. 

Según ha indicado el portal especializado holandés Travel Pro, Monarch dejó en tierra a más de 110.000 clientes. Además se cancelaron 750.000 reservas. En cuanto a AirBerlin, unos 180.000 pasajeros se vieron afectados debido a la cancelación de sus vuelos. No obtendrán reembolso. En cuanto a la desaparición de Nikki, esta provocó la anulación de 410.000 reservas. 

La postura de la Comisión Europea ante estas peticiones es clara y señala que la normativa actual brinda garantías legales suficientes a los consumidores.