Noruega implantó ayer 1 de junio una tasa por pasajero en sus aeropuertos. Por viajero las aerolíneas tendrán que pagar 8,50 euros, tanto para vuelos nacionales como internacionales. La tasa debía haber entrado en vigor en abril, pero finalmente se retrasó hasta junio. Las aerolíneas se han mostrado contrarias a la nueva normativa. La organización Airlines for Europe, que conforman entre otras Lufthansa, British Airways y Air France, creen que el impuesto podría tener una repercusión negativa sobre la economía el sector del transporte aéreo noruego. Según el análisis de IATA, podría provocar un descenso de un 5% en el número de pasajeros, lo que supondría 1,2 millones menos de viajeros