El Juzgado de lo Social número 6 de Santander ha declarado procedente el despido de una trabajadora del área de pescadería de un supermercado que se negaba a colocarse de forma adecuada la mascarilla.

Según recoge La Nueva España, la sentencia apunta que el despido es válido, ya que la empleada cometió una falta muy grave, ya que no solo no siguió la normativa de actuación para prevenir el contagio del Covid-19, sino que se enfrentó a una clienta y a su superior de forma amenazante.

El incidente al que se refiere el dictamen tuvo lugar en mayo de 2020 y el despido disciplinario le fue comunicado en junio de ese mismo año, por lo que la empleada denunció a la empresa considerando que no estaba justificado. Ahora, el juzgado ha desestimado la demanda destacando que la mujer "se encontraba prestando servicios con un producto no envasado, el pescado, por lo que las normas de prevención de riesgos laborales de la empresa le obligaban al uso correcto de la misma, tapando la boca y la nariz".

Aunque en este caso la situación se ha dado en un supermercado, se deduce que se mantendrá el mismo criterio judicial a trabajadores de la hostelería y del sector turístico.