El nuevo Gobierno Central pretende imponer a las empresas un registro diario de entrada y salida de cada trabajador.

Según informa La Voz de Galicia, una de las propuestas del Plan Director contra la Explotación Laboral del Ejecutivo es imponer la obligación de que los empleados fichen a la entrada y a la salida.  De esta forma, el gobierno quiere luchar contra la precariedad laboral, concretamente, contra los excesos de jornada en las contrataciones a tiempo parcial y contra las horas extraordinarias no pagadas.

Actualmente, el control horario sólo es obligatorio en el caso de que se realicen horas extra.

No obstante, la entrada en vigor de este nuevo sistema, que afectaría obviamente a todas las empresas del sector turístico, requerirá de negociaciones previas tanto con la patronal como con los sindicatos.

Durante el primer trimestre de 2018 en España se realizaron 6,4 millones de horas extra a la semana, de ellas 2,8 millones no fueron pagadas. Los sectores más afectados son el comercio, las industrias manufactureras, la educación y la hostelería.