La guerra contra el decreto que veta la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana establecido por el gobierno de Trump continúa. El estado de Washington se convertirá en el primero en hacer frente a la política del mandatario y lo demandará ante una corte federal. El gobernador Hay Inslee ha declarado que la medida del nuevo presidente "es un insulto y un peligro para todos los habitantes del estado de Washington, de todas las creencias".

Por su parte, el fiscal general del Estado de Washington, Bob Ferguson, ha señalado que la acción incluirá demandas constitucionales y alegaciones sobre la orden de Trump, que viola la clausula de protección igualitaria y la Primera Enmienda.

Las empresas tecnológicas Amazon.com y Expedia, las dos con sede en Washington apoyarán la demanda del estado según ha señalado Ferguson. Además, Microsoft ha declarado estar trabajando con la oficina del procurador general para proporcionar información sobre el impacto de la orden de Trump.